El costo humano de las malas prácticas de sutura

Dos cirujanos realizando prácticas de sutura en un paciente.

Desafortunadamente, las consecuencias de unas malas técnicas de sutura no suelen ser inmediatamente evidentes para el profesional. Una vez que un paciente es suturado y enviado a su camino, sólo más tarde las consecuencias se hacen evidentes. La realidad es que siempre que hay una mala práctica de sutura, los que sufren son los pacientes.

Los costos de las malas prácticas son altos. Las técnicas de sutura deficientes pueden provocar infecciones, cicatrices y tiempos de recuperación más prolongados, todo lo cual afecta negativamente tanto a los pacientes como al sistema sanitario en su conjunto. Las infecciones son, quizás, la mayor preocupación tanto para los médicos como para los pacientes. Las heridas infectadas pueden tener enormes implicaciones para la salud general de los pacientes, así como para su bienestar mental y financiero.

Las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) ocurren en aproximadamente el 2% de los procedimientos quirúrgicos, pero según de Lissovoy et al, las SSI "representan alrededor del 20% de las infecciones asociadas a la atención médica". 1 Descubrieron que, para la mayoría de los pacientes, la incidencia de SSI prolongaba la estancia hospitalaria en un promedio de 9,7 días y aumentaba la carga financiera de 20.842 dólares por admisión.

Después del alta, las complicaciones para los pacientes persisten. Perencevich et al encontraron en un estudio del período postoperatorio de 8 semanas en el que se detectaron ISQ que "los pacientes requirieron significativamente más visitas ambulatorias, visitas a la sala de emergencias, servicios de radiología, reingresos y servicios de asistencia médica domiciliaria". 2 Además, la diferencia de costos financieros para los pacientes que sufrieron ISQ posoperatorias versus aquellos que no desarrollaron una infección fue significativa. Para aquellos que desarrollaron una SSI, su costo fue en promedio $5,155 en comparación con solo $1,773 para aquellos que no desarrollaron una infección.

Las técnicas de sutura inadecuadas pueden provocar ISQ. Una sutura adecuada requiere que los médicos alineen correctamente los bordes de una incisión y utilicen la cantidad adecuada de tensión para cerrar la herida. Tirar demasiado fuerte puede provocar ondas en la piel, dejando bordes expuestos y aumentando la posibilidad de infección.

Tener la tensión y alineación adecuadas es vital para evitar malos resultados para los pacientes. Por eso es especialmente importante que los estudiantes de enfermería y medicina utilicen almohadillas de sutura de alta calidad para su entrenamiento en sutura. Practicar con materiales realistas es la única forma de garantizar una manipulación correcta del tejido.

La piel humana es duradera y frágil, y es importante que los estudiantes aprendan a manipularla con cuidado. Trabajar con almohadillas de sutura realistas permite a los estudiantes tener una idea clara de cuánta tensión se necesita sin brutalizar el área en la que se ha realizado la incisión. Una piel de práctica de alta calidad logrará el cuidadoso equilibrio entre ser lo suficientemente resistente para mantener la tensión de la sutura y rasgarse como la piel real si se aplica demasiada presión.

La cicatrización es otra consecuencia importante de técnicas de sutura inadecuadas. Si bien las cicatrices son difíciles de evitar, su probabilidad se puede reducir significativamente si los estudiantes aprenden a aplicar cantidades apropiadas de tensión practicando en tejidos que se parecen mucho a la piel humana. Aún mejor, la oportunidad de practicar suturas subcuticulares en almohadillas de entrenamiento de sutura que incluyen la capa de la dermis . Esta técnica reduce significativamente la posibilidad de dejar cicatrices y es especialmente importante cuando se suturan áreas más visibles. Las suturas enterradas colocadas debajo de la capa superior de piel previenen la cicatrización al no perforar la piel real.

En última instancia, el uso de almohadillas de entrenamiento para suturas de alta calidad permite una mejor práctica, mejores habilidades y mejores resultados para los pacientes. Aprender las técnicas adecuadas antes de suturar a un paciente vivo mejora la confianza del estudiante y la retención de habilidades. Los resultados son menos cicatrices, menos infecciones y tiempos de recuperación más rápidos.

  1. de Lissovoy G, Fraeman K, Hutchins V, et al: Infección del sitio quirúrgico: incidencia e impacto en la utilización del hospital y los costos de tratamiento. Am J Infect Control 37(5):387-397, 2009.
  2. Perencevich E, Sands K. Impacto económico y de salud de las infecciones del sitio quirúrgico diagnosticadas después del alta hospitalaria. Emerg Infect Dis 9(2):196-203, 2003.